miércoles, 10 de febrero de 2010

La burbuja china


“¿China se siente más fuerte? Pues la verdad es que sí.” Esa fue la confesión del canciller Yang Jiechi en la Conferencia de Múnich sobre Seguridad. Y no le faltan razones para decirlo con desparpajo: a fin de cuentas, si se cumplen los pronósticos de Robert Fogel (Nobel de Economía en 1993), en treinta años la economía china alcanzará los 123 trillones de dólares y representará el 40% del PIB mundial, mientras las economías occidentales (EE.UU, UE y Japón) sumarán apenas un modesto 21%.

Todo parecería indicar, entonces, que hay que apostarle a China, que hay que contar con China, y que el futuro tendrá la impronta del dragón y hablará mandarín. ¿Podrían acaso resolverse sin China —o al margen de ella— problemas como el calentamiento global, la estabilidad financiera mundial, o las ambiciones nucleares de Teherán y Pyongyang?

Sin embargo, lo de China puede acabar siendo otra burbuja especulativa, resultado de una especie de “miopía economicista”. El dinámico crecimiento chino no es forzosamente irreversible y puede verse afectado por variables políticas, sociales y culturales, tanto internas como externas —y algunas incluso intermésticas. Está por verse si China logra resolver sus contradicciones internas (entre la China amarilla rural, agraria y pobre, y la China azul urbana, industrial-mercantil y consumista), y qué tan resistente es su sistema político a los cambios socioculturales asociados al desarrollo económico y al impacto de la globalización.

A pesar de la euforia y la sinomanía, es mejor ser prudentes. El dragón aún tiene que terminar de aprender a volar. +++

1 comentario:

Paola Gutiérrez dijo...

Sin ser fan de los analistas de mercado que están inmersos en una cantidad relevante de conflictos de interés, debo confesar que la Conferencia reciente de ML dejo ver el peligro de la burbuja china. Increíble que una banca de inversión que se nutre de este mercado lo anuncie con tanta antelación, podría resultar raro y hasta sospechoso, sin embargo yo estoy con ellos.

Su problemática con google y el posible cierre de www.google.cn por espionaje podría causar un efecto dominó en el que otras grandes corporaciones comiencen a retirarse de china paulatinamente. Yo fortalecería los BRICS, ahí pondría mi ojo, no son tan susceptibles al riesgo sistémico y son mas profundos que los mercados en desarrollo.

Todo esto sin tomar en consideración aspectos de responsabilidad social frente a China, que es otro capítulo.