martes, 20 de enero de 2009

La pesadilla y el noble sueño


A propósito de la posesión de Barack Obama como 44º presidente de los Estados Unidos —con todas las expectativas que suscita, y con lo que el advenimiento de un afroamericano al despacho oval tiene en sí mismo de histórico—, muy oportuna resulta la lectura de las reflexiones que sobre la historia de esa nación se hace el profesor Russell Banks en una serie de conversaciones publicadas bajo el título “Soñando América”.

Banks recuerda que el famoso “sueño americano” fue originalmente tres sueños distintos:  el sueño religioso de construir una “ciudad sobre una colina” en esa nueva tierra prometida que hallaron los tripulantes del Mayflower; el sueño de Eldorado que excitaba la ambición de conquistadores y colonos; y el de la Fuente de la Eterna Juventud, que implicaba la posibilidad permanente de empezar de nuevo.

Así, Norteamérica fue siempre imaginada como el lugar en el que el pecador se vuelve virtuoso, donde el pobre puede enriquecerse, y donde es posible renacer y reinventarse:  la Declaración de independencia, el self-made man, y el melting pot, son en buena medida consecuencia y reflejo del triple sueño americano.  Pero también lo son el mesianismo, el unilateralismo y el aislacionismo…

Lo que muchos se preguntan hoy es si Obama será capaz de devolverle al sueño americano su originaria nobleza.  O si por el contrario, habrá que resignarse a ver el sueño convertido en la pesadilla de muchos, dentro y fuera de Estados Unidos.  +++

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