sábado, 16 de agosto de 2008

De verdad y de mentira (2)



La lista de cosas que parecen verdad (sin serlo) podría ser muchísimo más larga.  Pero incluso Hércules tendría suficiente trabajo si se dedicara apenas a reflexionar detenidamente acerca de las ocho que enumeraba esta columna la semana pasada.  Tendría que reclamar la ayuda hasta de los Titanes para tratar de desentrañar, a partir de tan resumido compendio, algún signo de sentido en medio del desorden mundial contemporáneo.

Este caos incluye también, por supuesto, cosas que parecen mentira (¡pero no lo son en absoluto!), de las cuales podría hacerse un catálogo aún más prolijo que haría las delicias de Ripley.  Entre ellas estarían, sin duda, las siguientes:

  • las barreras de metal y concreto que siguen levantando con ahínco en sus fronteras algunos Estados, con la vana esperanza de contener así la amenaza de los “bárbaros”;
  • las restricciones del régimen de Mugabe a la ayuda humanitaria en Zimbabue;
  • las declaraciones del general ruso Anatoly Nogovitsyn sobre un posible ataque nuclear a Polonia;
  • la elección de un caudillo maoísta para liderar el tránsito de Nepal hacia la democracia;
  • la posibilidad de que Francia haya prestado apoyo político, militar, diplomático y logístico al régimen ruandés responsable del genocidio de 1994;
  • el acucioso pudor con que Berlusconi ordenó retocar el Tiepolo de su sala de prensa para no herir la susceptibilidad de los espectadores, 
  • y la impudicia con que, en cambio, promovió una ley de inmunidad en beneficio propio y ordenó el censo obligatorio de la minoría gitana…

¡Aunque usted no lo crea!  +++

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