domingo, 7 de septiembre de 2008

La conversión de un canalla

En la jerga del Departamento de Estado de los EE.UU un “Estado canalla” (rogue state) es aquel que no respeta las reglas del juego y que, por lo tanto, representa una amenaza potencial para la paz y la seguridad internacionales.  Un gobierno dictatorial, un profuso historial de violaciones a los derechos humanos, el patrocinio de organizaciones terroristas, y el desarrollo de armas de destrucción masiva, parecen ser los criterios básicos que debe cumplir quien aspire a merecer la etiqueta.

Como a los canallas de a pie, a los díscolos del sistema internacional hay que disciplinarlos, reducirlos al orden antes de que sea muy tarde.  A veces, Washington lo hace a punta de garrote (como con los talibán y con Hussein); otras con zanahoria (como ha intentado hacerlo con Corea del Norte); y otras con paciencia, contundencia y discreción.

Tal es el caso de Libia, “canalla” por antonomasia, que ahora parece volver al redil, y no por mérito de los bombarderos norteamericanos, ni por cuenta de la satanización mediática del régimen de Gaddafi; sino gracias a una afortunada conjunción de factores, uno de los cuales —y no el menos importante— ha sido la aplicación de una estrategia coherente y sostenida de sanciones y aislamiento internacional ante la cual el gobierno de Trípoli, finalmente, ha tenido que ceder.

Y aunque siga siendo un “Estado paria” en muchos aspectos, hay que agradecer la conversión de Libia:  es uno de los pocos aportes que ha hecho la política exterior de Bush a la estabilidad mundial.  +++

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La vuelta de Libia al redil ha sido un proceso largo. Incluso creo que los acercamientos comenzaron con... ¿quién lo creyera?... Bill Clinton, el Republicano que gobernó por el partido Demócrata.

Anónimo dijo...

Y ahora Berlusconi prometió inversiones millonarias en Libia. Vamos a ver qué tan buenas son sus intenciones para el futuro de ése país.

Andrés MOLANO-ROJAS dijo...

Es cierto, la "conversión" libia ha sido algo más que un camino de Damasco. Pero es sobre todo a partir de 2003 que se consolida el proceso de cristalización. En 2002 Libia todavía forma parte del "eje del mal". No digo que el mérito sea todo de Bush... pero al menos, no echó a perder el proceso.

Juan Sebastián Leiva dijo...

Creo que habrá que irse acostumbrando a ver casos como éste. El mundo está cambiando vertiginosamente y Estados Unidos no puede mantener tantas fricciones y amenazas al tiempo.

Guerras en Irak y Afganistan,

Estados que son una amenaza como Irán y Corea del Norte,

Paises que ahora aparecen en el escenario mundial fortalecidos, como China y Rusia,

Futuras potencias que necesitan de Estados Unidos para desarrollarse, pero de las cuales también necesita ahora Estados Unidos, como India y Brasil,

Amenazas no estatales como Al-Qaeda,

Antiamericanismo y populismos socialistas en su zona de influencia,

Y un país cada vez más dividido y polarizado, con un fuerte "problema" de inmigración.

Bajo un escenario de estos, cualquier aliado o amigo es imprescindible, y comenzarán a olvidarse pequeñas diferencias con algunos nuevos amigos.

Anónimo dijo...

Hummm, dudo del merito de Bush, creo que fue a pesar de Bush. La pregunta que surge, quienes van quedando en la lista de "canallas", y en qué orden?
Mery Castillo-Amigo